LO QUE YA ESTABA AHÍ



Acompañé a Roberto Chartam un domingo de agosto del pasado verano durante un viaje en coche cuyo punto de partida fue Navarrevisca (Ávila) y el de llegada el CEART de Fuenlabrada. Ese día ejercí de su chófer. Creíamos que estaba abierto, y Roberto estaba ilusionadísimo, pues iba a tomar medidas para sus Tautologías, proyecto que felizmente ha acogido esta ciudad pero que por aquel entonces era sólo eso: un proyecto a valorar. Pero el CEART, ese caluroso domingo de agosto de 2023, estaba cerrado y Roberto, digámoslo así, se vino abajo.


Y se vino abajo porque para Roberto un espacio en el que no poder transitar es una obra que no se puede comenzar. Muchos antes que yo ya han dicho que Roberto no instala en las salas o galerías sino que las interviene, las comprende, las acepta con sus virtudes y sus defectos, con sus esquinas y sus columnas, con sus extintores y sus escaleras y luego ya, como segundo paso, desembarca con sus lanas, tornillos, hembrillas y poleas no para mejorar dichos lugares, sino para descubrirnos a nosotros, ciegos por modernidad, que un lugar pueden ser mil lugares.


Y es que Roberto respeta la naturaleza del espacio y no tira nada de él. Lo aprovecha todo. Cualquiera de vosotros que os acerquéis estos días tendréis la sensación, como yo, de que Roberto Chartam nos ha ayudado a entrar en ese espacio con decenas de dibujos de ancestral lana que simulan puertas, ventanas, de entrada o de salida, pero en cualquier caso, sitios por los que transitar. Si alguna vez tenéis la oportunidad de disfrutar además de las maquetas previas con las que se presenta habitualmente a concurso, podréis ver que también se ha tomado la molestia de reproducir réplicas de personas en miniatura, como si quisiera decirnos mientras señalara a una de ellas desde arriba: “¿No ves que eres tú? Vamos, entra: este sitio te está  esperando”.


Un último dato. Aquel caluroso domingo de agosto de 2023 el CEART finalmente sí que nos abrió sus puertas y Roberto entró feliz, como un niño, dispuesto a intervenir. ¿Quién las abrió? Un guarda de seguridad quien, compadecido de nosotros, nos permitió jugar a hacer visible lo que ya estaba ahí.



Fernando Sánchez Calvo

Profesor de Literatura y Teatro. Instituto público Narcís Monturiol


Hilofanía



Puntuales líneas

        deslizadas

  lizadas

   izadas

  en movimiento inmóvil


Suelo-techo


            tiempoespacio


 LUCEsOMBRAS

       caladas

         aladas

Vacío pleno


       Y Chartam

  el pastor de hilos de lana

corazón

    razón

  teje

  Eje






Eduardo Scala

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